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jueves, 25 de julio de 2013

Por una educación del corazón p.Claudio Naranjo 'psiquiatra chileno'

Entrevista a Claudio Naranjo
Claudio Naranjo (Valparaiso, 24 de noviembre de 1932) es un psiquiatra chileno. ver Biografía al pie del artículo.


“Se necesita una verdadera educación; una educación para el desarrollo humano, que aun no se ha creado. Yo pienso en un modelo desde luego holístico, en el que no solo se eduque el pensamiento técnico hacia el dominio del mundo externo, sino también el pensamiento contemplativo, que implica el conocimiento de sí, tanto en el sentido psicológico como en el sentido más profundo. Pero no solo se debe atender al pensamiento, sino que también a una educación de la capacidad amorosa (una “educación del corazón”) y una liberación del animal interior, que ha sido implícitamente criminalizado. Tendríamos que recuperar lo que tienen los pueblos indígenas: esa percepción de la nobleza de los animales que nace desde la empatía, es decir desde la identificación con la nobleza del organismo humano, en el que, como dice el esoterismo occidental, están enterrados todos los dioses. Y desde luego será importante cultivar la creatividad; ya que somos seres potencialmente creativos. Uno de los máximos investigadores de creatividad en el mundo en este momento, el norteamericano Alfonso Montuori, ha dicho algo muy interesante: no es que Dios sea el creador del mundo; sino que Dios es la creatividad misma.”

Entrevista a Claudio Naranjo
El elefante blanco de la educación
Cambiar la educación para solucionar conflictos mundiales
Dos fuerzas antagónicas en nuestro interior
Fuente: http://planocreativo.wordpress.com/2009/12/17/a-por-una-educacion-del-corazon/
A por una educación del corazón diciembre 17, 2009
Archivado en: Claudio Naranjo,Consciencia — planocreativo @ 11:58 pm




Claudio Naranjo ‏@ ClaudioNaranjoo

¿Qué es educar?
A por una educación del corazón
¿Qué falla en el sistema educativo?
La creatividad es una asignatura pendiente
La educación es una tarea esencialmente optimista
Una cosa es educar y otra domar
Fuente:  http://planocreativo.files.wordpress.com/2013/07/cn6.jpg  

Claudio Naranjo (Valparaiso, 24 de noviembre de 1932) es un psiquiatra chileno.
Biografía
Se gradúa como Doctor en Medicina en 1959. Después de titularse fue contratado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile para formar parte del personal de un centro pionero en estudios sobre Antropología Médica (CEAM), fundado por Franz Hoffman en 1960, al mismo tiempo que ejerce la psiquiatría en la Universidad Clínica Psiquiátrica.

Implicado en la investigación acerca de los efectos de la deshumanización de la educación médica tradicional, viaja brevemente a los Estados Unidos con una misión adjudicada por la Universidad de Chile: explorar el campo del aprendizaje perceptual.

En 1969 tiene el privilegio de ser nombrado asesor para el Centro de Investigación de Política de Educativa, creado por Willis Harman en SRI. Acepta la invitación del Dr. Robert Ornstein como coautor de un libro de meditación, y otra de la Dra. Ravenna Helson cuyo objetivo era profundizar en un examen cualitativo de las diferencias expuestas en obras que hablan sobre factores Matriarcales y Patriarcales, descubiertos por ella al principio en sus investigaciones en autores matemáticos, y también con trabajos de autores que escribían ficción para niños. Todo lo cual cristalizó en su libro El Niño Divino y el Héroe que sería publicado mucho más tarde.

Más tarde se instala en Harvard en donde trabaja en el Centro para Estudios de la Personalidad. Después de regresar a su país natal, viaja a Berkeley para pasar un año y medio en donde prosigue sus estudios en valores, y en donde ocupa gran parte de su tiempo en el Instituto de Evaluación de la Personalidad e Investigación (IPAR).

Después de algún tiempo trabajando en el Centro de Estudios de Antropología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y en el Instituto de Psicología Aplicada, vuelve a Berkeley como un inmigrante, y al IPAR, donde continúa sus actividades como «socio de investigación». Finalmente se convierte en uno de los tres sucesores de Fritz Perls (junto con Jack Downing y Robert Hall) cuando Perls emigró a Canadá.

Al final de 1970 comienza a enseñar a un grupo que incluyó a su madre, antiguos aprendices de terapia gestalt, y amigos. El grupo comenzó como una improvisación y se convirtió en un programa que originó una organización no lucrativa llamada el Instituto SAT, en el que se desempeña como el diseñador del proceso y supervisor de la actividad.

En 1976 comienza a ofrecer talleres en Europa, refinando aspectos del mosaico de acercamientos en el programa SAT: la terapia gestalt y su supervisión, las aplicaciones del eneagrama a la personalidad, la meditación interpersonal, y la música como un recurso terapéutico. A partir de 1987, el programa SAT se ha extendido por Italia, Brasil, Argentina, Chile y México con gran éxito, a lo que Claudio Naranjo ha dedicado gran parte de su tiempo así como a escribir en su casa de Berkeley, California.

A finales de los años ochenta revisa por completo un libro temprano en terapia Gestalt y publica dos nuevos. También ha publicado tres libros sobre el Eneagrama, así como otro volumen titulado El Final del Patriarcado, una interpretación del problema social como expresión de una devaluación de la naturaleza e instinto humanos y de su solución en el desarrollo armónico de nuestros "tres cerebros" potenciales. También publica un nuevo libro en la meditación: The Way of Silence and the Talking Cure. La obra Cantos del Despertar, una interpretación de los grandes libros del Oeste como expresiones "del viaje interior" y variaciones en "el cuento del héroe".

Desde finales de los años noventa ha brindado muchas conferencias sobre educación y ha influido en la transformación del sistema educativo en varios países con la convicción de que nada es más esperanzador en términos de evolución social que el fomento colectivo de la sabiduría individual, la compasión y la libertad. Su libro «Cambiar la educación para cambiar el mundo» va dirigido a estimular los esfuerzos de profesores formados en el Programa SAT que comienzan a estar implicados en un proyecto de SAT-Educación, que se ofrece al personal de escuelas y a los estudiantes de las Escuelas de Magisterio como "un plan de estudios suplementarios" de autoconocimiento, reparación de la relación y cultura espiritual.

Libros publicados[editar]La vieja y novísima gestalt: Actitud y práctica (1990) Santiago: Cuatro Vientos
La agonía del patriarcado (1993) Editorial Kairós
Gestalt sin fronteras (1995) Editorial Errepar
Carácter y neurosis (1996) Vitoria: Ediciones La Llave
Entre meditación y psicoterapia (1999) Vitoria: Ediciones La Llave
Autoconocimiento transformador. Los eneatipos en la vida, la literatura y la clínica (1999) Vitoria: Ediciones La Llave
El eneagrama de la sociedad (2000) Vitoria: Ediciones La Llave
Cambiar la educación para cambiar el mundo (2002) Vitoria: Ediciones La Llave
Cantos del despertar (2002) Vitoria: Ediciones La Llave
Gestalt de vanguardia (2003) Vitoria: Ediciones La Llave
Cosas que vengo diciendo (2005) Buenos Aires: Kier
Por una gestalt viva (2007) Vitoria: Ediciones La Llave
Sanar la civilización (2009) Vitoria: Ediciones La Llave
La mente patriarcal (2010) Barcelona: RBA Libros

miércoles, 24 de julio de 2013

PLANTAS PROTECTORAS DEL HOGAR

PLANTAS PROTECTORAS DEL HOGAR y como usarlas.

LA ALBAHACA: La estrella de los druidas

CREENCIAS Y PODERES: mientras los chinos la emplean en el tratamiento de enfermedades renales, como diurético y contra afecciones respiratorias, la historia medieval nos cuenta que las brujas bebían su jugo para volar.



Marte es el planeta que rige esta planta, lo que le otorga una energía intensa y sumamente activa. En cuestiones de suerte, lleva una ramita en el bolsillo para captar nuevos clientes en un negocio o aumentar los intereses.

DONDE COLOCARLA: esta planta regenera el aire, absorbe toda la energía negativa. Si en la casa hay una persona enferma o con depresión, sus hojas absorberán el malestar evitando que se propague. Como regalo trae muy buena suerte a un nuevo hogar.



EL CACTUS: La planta de Saturno


 


CREENCIAS Y PODERES: el planeta regente de esta planta se caracteriza por su extrema severidad. Con sus espinas ahuyenta a intrusos y ladrones y absorbe la energía negativa que puede haber en el hogar.

DONDE COLOCARLA: es recomendable situarla en la parte exterma de la casa: patios, balcones, jardines, terrazas. Cuando se colocan dentro, se cree qué puede retrasar planes o proyectos. Plantar cuatro juntos, cada uno orientado hacia un punto cardinal para que la protección de la casa sea total.


LA CALÉNDULA: Hija del sol


CREENCIAS Y PODERES: la tradición nos dice que si una joven con los pies desnudos toca los pétalos de esta flor entenderá el idioma de los pájaros. Si tienes que hacer frente algún tema legal, lleva contigo una flor en el bolsillo. Mirar fijamente a estos agretes de color naranja se dice que fortalece la vista.

DONDE COLOCARLA: es una planta regida por el sol, por lo que hay que recoger sus flores al mediodía. Se la puede plantar en un jardín o en un lugar muy soleado. También se cree que una guirnalda de caléndulas en la puerta de la entrada de la casa impide el ingreso del infortunio.


LA HIERBABUENA: La hierba de la abundancia


CREENCIAS Y PODERES: vela por que en el hogar no falte nada, propiciando la abundancia material, la salud de la familia y la armonía en la pareja. De intenso y penetrante aroma, al frotar sus hojas sobre la frente cura el resfriado y congestiones. Coloca una ramita debajo de la almohada para soñar con un futuro enamorado. Unas hojas en la cartera atrae la buena fortuna monetaria.


DONDE COLOCARLA: debe de estar en un espacio muy soleado. En una maceta colgante cerca de una ventana resultará un amuleto contra incendios, fantasmas y personas envidiosas. Para realizar una limpieza energética empezaremos con un pulverizador, por todas las estancias de la casa, de agua salada con tiernos trocitos de hierbabuena cortados a trocitos.

EL HELECHO: La alegría del hogar



 CREENCIAS Y PODERES: La tradición afirma que si llevas contigo una ramita de esta planta te llevará al encuentro de un tesoro oculto. En el campo se queman sus hojas para defender los cultivos de plagas. Los helechos, en todas sus variedades, se asocian a la buena suerte económica; también nos ayudan a aliviar estados de melancolía, nos defienden de enemigos y torna en positivos sentimientos negativos propios o ajenos. Es ideal para combatir la depresión.

DONDE COLOCARLA: pon helechos cerca del umbral de la puerta de entrada a la casa para que resguarden su interior y alegren a sus habitantes. En un jarrón, con otras flores, tiene propiedades protectoras.


EL ROMERO Y EL LAUREL: Leales guardianas



CREENCIAS Y PODERES: como plantas solares que son, atraen la felicidad y el dinero. Si colocas hojitas de ambas especies en un incensario con daditos de carbón vegetal, al encender la mezcla el oloroso humo ahuyentara insectos y plagas.



DONDE COLOCARLAS: como protección, pon dos ramitas secas de laurel y dos de romero en un jarrón de vidrio en el pasillo de la entrada del hogar. Un laurel plantado cerca de casa protege a sus moradores de las enfermedades. El romero atrae las buenas vibraciones y se cuelga en la entrada de la casa para impedir que se acerquen los ladrones. Bajo la almohada aleja las pesadillas y los seres de bajo astral.


LA RUDA: La hierba de los mil usos







CREENCIAS Y PODERES: regida por Marte, es la más popular de las plantas protectoras porque es aprovechable en una infinidad de usos mágicos. El prestigio que goza se remonta a tiempos muy remotos. En Grecia, Hipócrates la recomendaba para aliviar dolores y combatir epidemias, y entre los romanos el consumo de ruda permitía la cura del mal de ojo, su máxima virtud es alejar la mala suerte.

DONDE COLOCARLA: usa una ramita para salpicar con agua y sal todas las habitaciones de tu hogar. La ruda macho debe ubicarse a la izquierda de la puerta de entrada de la casa y la hembra, a la derecha. Una ramita atada con una cinta roja y colocada encima de la puerta de entrada de la casa, evitará que las energías negativas traspasen el umbral.

La ruda macho es la que tiene las hojas más grandes y y la ruda hembra es la que tiene pequeñas flores amarillas.



domingo, 21 de julio de 2013

Feng Shui: La energía vital, para equilibrar y mejorar las condiciones ambientales y energéticas de nuestros espacios



Feng Shui significa viento y agua, es un arte milenario de la antigua China y consiste en canalizar y conservar el Qi o Chi, que es la energía vital, para equilibrar y mejorar las condiciones ambientales y energéticas de nuestro hogar, negocio o lugar de trabajo, fomentando la salud, las relaciones personales y familiares, y la prosperidad.


El viento, según los antiguos maestros chinos, nos trae la energía, y el agua (nuestro entorno), la retiene, para que de esta manera podamos aprovechar este flujo energético en nuestro beneficio.

Un lugar con buen Feng Shui nos facilitará la afluencia de corrientes a nuestro espacio, influyendo de manera positiva a sus habitantes. Estas corrientes benéficas se traducen como buena salud, oportunidades, estabilidad familiar, éxito en los proyectos, o como algunos grandes maestros llaman facilidades o “suerte”.

El Feng Shui busca la armonía entre las personas y su hábitat a través de la correcta ubicación de la edificación, distribución interna de los espacios, uso de los colores y colocación de muebles y objetos decorativos, siempre buscando el correcto equilibrio.

Armonizando las energías del lugar se logra que el Qi fluya de manera que nos proporcione un entorno en total equilibrio interior y con la naturaleza.

El Feng Shui utiliza los 5 elementos (tierra, metal, agua, madera y fuego) para lograr ese equilibrio natural en nuestro hogar, negocio o lugar de trabajo.

Para el Feng Shui existe:
a) Lo que nosotros traemos al nacer.
b) Aquello que nosotros podemos cambiar, que esta en nuestras manos.
c) La geobiologia del lugar dónde estamos.

El Feng Shui nos ayuda  ya que nos aporta las herramientas necesarias para poder cambiar nuestro entorno más inmediato, también dependerá de nuestras actitudes ante la vida.
Por eso decimos que el Feng Shui es un 33% del todo, una herramienta más que nos ayuda en nuestro crecimiento y bienestar, es como alinear las velas de un barco para que lleguemos de una manera más eficaz a buen puerto.
Cristina Morales
http://sanacionnatural.net/feng-shui/

jueves, 18 de julio de 2013

El aceite esencial de árbol del té Para el acné, quemaduras, heridas y otras afecciones similares • Para dolor de garganta, sinusitis o gripe • Para la sarna, las pulgas y otros parásitos • Para reforzar las defensas inmunitarias

Barcelona (Redacción de Vivirmejor.com).-
El aceite esencial de
tea tree o árbol del té
(Melaleuca alternifolia),
fue descubierto cuando el capitán Cook desembarca en la costa australiana y contacta con los aborígenes que la habitan.
Se fija en que estos preparan infusiones con las hojas de un árbol y que se las toman como una bebida sanadora.
Siendo Cook inglés, no puede llamar a este árbol de otra forma que: tea tree o árbol del té.

Conocido desde 1937 como antibiótico natural, no ha cesado de seducir a todos los amantes de la aromaterapia. Como tal, merece su lugar en la farmacopea, donde todavía figura, al tratarse de una panacea universal reconocida.

Laura Mestres, licenciada en Farmacia y en Ciencia y Tecnología de los Alimentos por la Universidad de Barcelona. Formada en Aromaterapia Científica por la Escuela francesa de Aromaterapia (Collège International d’Aromathérapie Dominique Baudoux). Con más de 10 años de experiencia en el estudio y la difusión de los aceites esenciales con finalidad terapéutica. Responsable de formación de Pranarom España en aromaterapia científica detalla los beneficios de los aceites esenciales en el campo de las infecciones comenta que “este aceite esencial se obtiene por destilación de las hojas, siendo sus principios activos principales el terpineno-1-ol-4, el γ-terpineno y el p-cimeno”.

La especialista en aromaterapia comenta que “es un antiinfeccioso de amplio espectro, indicado tanto en patologías virales, bacterianas, fúngicas como parasitarias. Como antimicrobiano lo encontramos en numerosas preparaciones para tratar todo tipo de infecciones sea cual sea su localización”. Además añade que “también es eficaz para reforzar nuestra respuesta inmunitaria frente a las epidemias gripales y para desinfectar la piel en caso de heridas, acné o micosis”.
“El aceite esencial de árbol del té debe estar presente en toda aromateca familiar digna de llevar este nombre”, afirma Laura Mestres. Por otro lado comenta que “se utiliza de forma habitual en aplicación tópica, diluido al 50% sobre la zona a tratar, pero también puede administrarse vía oral, con un soporte adecuado (medio terrón de azúcar de caña, miel o aceite de oliva)”.
Laura Mestres comenta algunas recomendaciones sencillas para el uso práctico de este aceite esencial:
• Para el acné, quemaduras, heridas y otras afecciones similares:
AEQT Árbol del té - Melaleuca alternifolia 30 gotas
AEQT Espliego macho - Lavandula latifolia spica 20 gotas
AV Hipérico - Hypericum perforatum 50 gotas
Aplicar de 2 a 8 gotas del preparado sobre la zona infectada lo antes posible y repetir la aplicación de 3 a 6 veces al día, hasta curación.
• Para dolor de garganta, sinusitis o gripe:
AEQT Árbol del té - Melaleuca alternifolia 30 gotas
AEQT Ravintsara - Cinnamomum camphora qt cineol 10 gotas
AEQT Menta piperita - Mentha x piperita 10 gotas
AV Nuez de albaricoque - Prunus armeniaca 50 gotas
Aplicar locamente (en la garganta, sobre la frente o el pecho, según el tipo de infección), de 4 a 10 gotas de la sinergia, 4 a 6 veces al día, hasta mejora.

• Para la sarna, las pulgas y otros parásitos:
En prevención, sobre las zonas expuestas al riesgo de infección, de 1 a 2 aplicaciones al día, durante todo el periodo de exposición.
AEQT Árbol del té - Melaleuca alternifolia 10 gotas
AEQT Cedro del Atlas - Cedrus atlantica 5 gotas
AEQT Clavo - Eugenia caryophyllus 5 gotas
AV Jojoba – Simmondsia chinensis 80 gotas

• Para reforzar las defensas inmunitarias:
AEQT Árbol del té - Melaleuca alternifolia 30 gotas
AEQT Ravintsara - Cinnamomum camphora qt cineol 20 gotas
AEQT Abeto negro - Picea mariana 10 gotas
AV Nuez de albaricoque - Prunus armeniaca 40 gotas
Sobre el tórax o la zona alta de la espalda, 10 gotas de la sinergia, mañana y noche, durante 3 semanas, descansar 1 semana y repetir hasta mejora sensible.
Más información en www.pranarom.com/es
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Los beneficios de la naturaleza para los niños

Para los niños, la naturaleza es parque de atracciones, excelente medicina y aula de aprendizaje. El contacto con ella mejora la salud, la capacidad de atención, el desarrollo motor y cognitivo, la autonomía, la seguridad, la adquisición de valores...

Mayte Rius
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El contacto con la naturaleza resulta fundamental en los primeros años de vida, cuando el niño está construyendo su armazón neuronal. “A esas edades el niño no tiene arquetipos ni esquemas mentales adquiridos y la naturaleza es un espacio ideal para estimular su mirada, para que se haga preguntas, para que aprenda a caer y a levantarse, a superar obstáculos y enfrentar sus miedos, a asumir autonomía y a hallar seguridad”, resume Mari Luz Díaz, psicóloga y presidenta de la red Onda. En la escuela Montessori-Palau de Girona, donde se hicieron las fotografías que ilustran el reportaje, promueven actividades para facilitar esta exploración sensorial: regar las plantas, cuidar una huerta, alimentar animales, recoger hojas y observarlas con lupa…


Años 6/12
Explica la directora del colegio Montessori-Palau, Montse Julià, que en esta etapa los niños están muy interesados por su desarrollo moral, social e intelectual, por intentar comprender cómo funcionan las cosas y utilizar la imaginación, y por eso trabajar en el bosque o en la granja –como los alumnos del centro que vemos en la fotos de esta página– les entusiasma, porque experimentan, descubren y aprenden cosas, pueden clasificar hojas, sentir los fenómenos naturales, oler, dibujar una gallina viéndola… “Este tipo de experiencias que rompe las barreras entre los niños y la naturaleza les ayudan a comprender el entorno, a sentir que forman parte de él y a preocuparse por los seres vivos”, apunta. Además de cuidar la huerta y los animales de la granja, realizan actividades de observación geológica, química o biológica en el entorno.

Años 12/18
Maria Montessori decía que durante la adolescencia los chavales deben aprender a conseguir beneficios mutuos de la relación con la naturaleza, a ser capaces de comprender cómo funciona el mundo, de trabajar la tierra y sacarle rendimiento para autogestionarse. De esta manera, el contacto con la naturaleza facilita a los adolescentes la libertad y autonomía que tanto reclaman en esa etapa, al mismo tiempo que desarrollan su responsabilidad, la confianza en sí mismos y se construyen como persona social. En la escuela Montessori-Palau promueven que los chavales de esa edad trabajen dos días a la semana en la granja y en la huerta –en la imagen vemos a algunos en plena faena– y que traten de sacar rendimiento de estas instalaciones, y han desarrollado una empresa de productos lácteos y otra de reciclado de papel para que sirvan como aulas de ensayo de la vida y del funcionamiento social a sus alumnos. “A estas edades el contacto con la naturaleza y la gestión del cuidado de los animales y de las plantas les permiten dar significado a los contenidos de muchas asignaturas, ven la aplicación de lo que aprenden y les es más fácil estudiar, sentirse responsables, estar más satisfechos con ellos mismos y relacionarse mejor con los adultos que les acompañan en este proceso”, explica la directora, Montse Julià.

Nos reímos de la ocurrencia del crío pequeño al que se le pide que dibuje un pollo y esboza un pollo asado. O del que a la pregunta ¿de dónde viene la leche? responde “del supermercado”. Pero más que cómica, esta realidad resulta trágica. Evidencia que hoy muchos niños crecen sin salir de un entorno urbano y su contacto con las plantas, los animales y los parajes naturales llega a través de la escuela, libros o vídeos. Hay pediatras, educadores y psicólogos que ya hablan del síndrome o trastorno por déficit de naturaleza, un mal que afecta a los niños que viven alejados del contacto con entornos naturales y que se manifiesta en forma de obesidad, estrés, trastornos de aprendizaje, hiperactividad, fatiga crónica o depresión, entre otros síntomas.

Muchos niños salen de casa por la mañana para ir al colegio en coche o autobús, regresan por la tarde por el mismo medio y a la hora de jugar lo hacen en casa y a menudo con la consola o el ordenador. Los padres llenan sus agendas de actividades para prepararles para el futuro y se preocupan por su seguridad, por tenerlos en ambientes protegidos, que no se mojen, no se ensucien, no les piquen bichos... El resultado son millones de niños que no juegan libremente en el parque o en el campo, que no trepan a los árboles ni construyen chozas con troncos, que no cazan lagartijas ni insectos ni tiran piedras a los charcos para no mancharse. Dicen los expertos que, privados de esas experiencias con la naturaleza, esos niños pierden importantes espacios de desarrollo cognitivo y emocional, pierden capacidad de ex­ploración, de creatividad, de destreza para la con­vivencia y para la resolución de problemas. Y aluden a diversos estudios de investigación que prueban que los niños del campo enferman menos, tienen mejor concentración y autodisciplina, mejor coordinación física, equilibrio y agilidad, son más imaginativos, tienen más habilidad para divertirse y colaborar en grupo, son más observadores, muestran más capacidad de razonamiento y más paz interior. Los de ciudad, en cambio, son más temerosos, desarrollan más alergias, tienen más problemas de sobrepeso u obesidad, son más nerviosos e inseguros, se aburren más…

Más seguros y autónomos
Las diferencias entre los niños urbanitas y los rurales las constata casi a diario Cristina Gutiérrez, codirectora de La Granja, Fundació per a l’Educació.
“Por nuestra granja escuela de Santa Maria de Palautordera (Vallès Oriental) pasan niños de pueblo, de ciudad, de P3, de bachillerato, de escuelas públicas, de centros privados… Unos 10.000 al año. Y tenemos la experiencia de 20 años. Y vemos que los que vienen de ciudad o pueblos con entornos muy urbanos llegan muy nerviosos, acelerados, hablando muy alto; corren y no dejan de moverse y de querer ir rápido a verlo todo, como si se les fuera a acabar el tiempo; los de pueblo se muestran más tranquilos y serenos, más independientes, con menos miedos, como más integrados con el resto del mundo; los de ciudad no se atreven a entrar en el bosque, no se sientan en el suelo para no ensuciarse, se quejan si hay piedras en el camino o si llueve porque les parece que todo se ha de ajustar a sus intereses y sus necesidades”, explica.

“La naturaleza ofrece una cantidad tan elevada de estímulos que el contacto con ella hace que el niño se encuentre en un espacio abierto, con sensación de libertad, con capacidad de moverse libremente, de observar los procesos que ocurren, y eso es fundamental para el desarrollo de sus habilidades de movimiento pero también un estímulo para sus neuronas, para sus emociones y para su aprendizaje; es una experiencia vital que permite al niño sentir y medirse a sí mismo de forma diferente a como lo hace en la ciudad”, resume Mari Luz Díaz, psicóloga, directora del centro de innovación educativa Huerto Alegre y presidenta de la red Onda de centros de educación ambiental de Andalucía.

Más despiertos
Explica Díaz que el contacto con la naturaleza incide directamente en el movimiento, y la neurociencia ha demostrado que este tiene repercusión en el número de conexiones neuronales y favorece una organización cerebral rica y variada, una mayor plasticidad, de modo que favorece el desarrollo intelectual y el aprendizaje cognitivo. “Caerse, levantarse, ejercitar los músculos y los sentidos, ponerse a prueba, coger insectos, plantar semillas, son estímulos para el cerebro y también para las emociones, porque oler una flor, contemplar un campo de amapolas o ver cómo nace un ternero provoca al niño sensaciones que, a su vez, suscitan emociones, y esas emociones son luego importantes para construir el conocimiento, porque lo que aprendemos vinculado a emociones se graba más fácilmente en nuestra memoria y es más difícil de olvidar”, apunta la directora de Huerto Alegre.

Más equilibrados
Que el contacto con la naturaleza mejora las habilidades motrices de los niños lo tiene clarísimo Cristina García: “Los niños de entre uno y tres años de nuestra guardería caminan por el bosque mejor que los de cinco años que llegan de Barcelona y no saben subir una rampa, se tropiezan con las piedras del camino, se ponen a llorar porque se caen…”. Y asegura que este ejemplo –tener que sortear piedras en el camino, caerse y levantarse para continuar adelante, etcétera– es muy significativo de cómo el contacto con la naturaleza contribuye al desarrollo emocional de los niños. “En el campo es fácil trabajar la tolerancia a la frustración –si llueve te mojas y te aguantas; si te tropiezas o estás cansado mientras estás por el monte te has de aguantar y continuar–, pero también la empatía y el respeto mediante el contacto con los animales y las plantas, o la serenidad y la calma que exigen la observación y la contemplación; se desarrollan muchas habilidades de forma fácil y natural”, apunta.

Más sanos
La codirectora de La Granja asegura que los niños en contacto con la naturaleza también sienten menos emociones negativas, son más observadores y se muestran más agradecidos, y hay estudios que demuestran que a las personas agradecidas les late mejor el corazón porque el agradecimiento libera endorfinas que regulan la presión sanguínea. Y puesta a apuntar evidencias científicas de los beneficios del contacto con la naturaleza, recuerda que “en espacios cerrados o muy masificados se acumulan iones positivos que producen cefaleas, nerviosismo y malestar, mientras que en los espacios abiertos, en las corrientes de agua, en los bosques o cuando llueve se generan iones negativos que son buenos para la salud y el estado de ánimo; por eso pasear una hora por el monte nos ayuda a descargar el malestar y cargarnos de iones de los buenos”.

Mari Luz Díaz alude a las experiencias con animales que demuestran que si se les mantienen encerrados muestran un nivel de retraimiento mayor y una menor capacidad de respuesta ante situaciones difíciles. Otra evidencia, dicen los expertos, es que en los parques zoológicos los animales muestran más problemas de comportamiento y mayores niveles de estrés. José Antonio Corraliza, catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), ha verificado con diversos estudios –realizados con Silvia Collado– la correlación entre naturaleza y estrés. “Hemos medido con una escala objetiva el contacto con la naturaleza de un grupo de niños –si la vista de su ventana permite ver mucha o poco naturaleza, el tiempo que tarda en llegar a un espacio verde, si tiene la posibilidad de interactuar, sin querer, con elementos naturales como árboles, balsas de agua, etcétera, en su entorno–, y luego les hemos pasado una escala estandarizada de estrés infantil; el resultado es una correlación negativa de -0.7 entre naturaleza y estrés; a mayor naturaleza cercana, menor estrés”, comenta. Precisa que el contacto con la naturaleza no impide que un niño sufra estrés si tiene un problema, si muere su abuelo o si sus padres se separan, pero sí le otorga más capacidad para afrontar mejor las secuelas del estrés que provocan esas circunstancias. Corraliza y Collado también han constatado que hay relación entre la cantidad de naturaleza con que cuentan los patios escolares y el bienestar infantil. “Hemos visto que cuanto mayor es la naturaleza cercana, antes se recuperan los niños agotados, mejor mantienen la atención y mayor conciencia ambiental tienen”, resume el especialista de la UAM.

“Que el contacto con la naturaleza es muy importante no es una moda ni una retórica sobre la calidad de vida; hay datos empíricos que demuestran que influye en el bienestar psicológico y emocional y sobre las capacidades intelectuales de las personas; y de hecho esa idea ya fue descubierta y defendida en el siglo XIX por las asociaciones de tiempo libre y la institución libre de enseñanza”, agrega Corraliza. Los expertos opinan que detrás de esta realidad puede haber razones biológicas, y que aunque el cuerpo humano esté adaptado ya al modo de vida urbano, quizá el cerebro todavía añore estímulos que tienen que ver con la experiencia de vivir en la naturaleza, que es donde la especie humana ha desarrollado estrategias de adaptación más exitosas para su supervivencia.

Mejor aprendizaje
La trascendencia de “vivir con la naturaleza y no sólo conocerla” es también esencial en la pedagogía fundada por Maria Montessori, para quien “ninguna descripción, ninguna ilustración de cualquier libro puede sustituir a la contemplación de los árboles reales y de toda la vida que los rodea en un bosque real”. Por eso en las escuelas Montessori promueven las actividades en y con la naturaleza como parte del programa escolar, adaptando las experiencias a cada etapa de desarrollo. Montse Julià, directora del centro Montessori-Palau de Girona y secretaria de la Asociación Montessori Española, explica que “en todas las etapas de desarrollo los niños están muy interesados por conocer la naturaleza y ese interés ofrece la oportunidad de desarrollar no sólo una relación de respeto y beneficio mutuo, sino también de desarrollar las habilidades de aprendizaje y competencias para el futuro, pues ese contacto proporciona una experiencia de libertad y de responsabilidad y trabajar con el entorno natural ayuda a desarrollar la creatividad y la iniciativa”.

De todos modos, enfatiza que antes de los seis años las principales aportaciones del contacto con la naturaleza son la exploración sensorial, el enriquecimiento y control del movimiento, la mejora del autocontrol y de la capacidad de enfocar la atención y el respeto. En cambio, entre los seis y doce años, cuando los niños están en plena etapa de razonamiento, la naturaleza les permite aprender a relacionar, a observar, a pensar de forma razonada, a sentirse bien con ellos mismos. Y en la adolescencia ese contacto contribuye a formar a la persona social, a ejercitar su responsabilidad, libertad y autonomía, y les proporciona seguridad.

Mari Luz Díaz coincide en que, más allá de todos los beneficios sobre la salud, las capacidades intelectuales y el equilibrio emocional que pueda suponer que los niños estén en contacto con la naturaleza de forma espontánea, si se aprovecha ese contacto en contextos educativos –aulas de naturaleza, granjas escuela, etcétera– los espacios naturales se convierten en un gran recurso pedagógico para educar la percepción de los chavales y hacer que los niños aprendan a discriminar, a categorizar y a ordenar la información, a establecer vínculos afectivos con la naturaleza y los seres vivos y a desarrollar sentimientos de respeto y de protección del medio ambiente.

“Los niños son aprendices activos, investigadores, y la naturaleza ofrece una experiencia sensorial completa: se puede tocar, oler, ver, oír, probar…, así que es más fácil aprender allí que atado a un pupitre”, resumen los expertos. Y subrayan que las vacaciones pueden ser un buen momento para que los padres brinden a sus hijos experiencias naturales: excursiones a la playa o al campo, enseñarles a pescar, a observar las aves, las hojas o los insectos, a hacer cabañas… Actividades todas ellas que, además, escapan a los rigores de la crisis.

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