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 RADARCAN

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ALÉRGENOS


Son aquellas sustancias que provocan reacciones alérgicas. Son antígenos que al ser reconocidos por los receptores de los linfocitos T y B, promueven una respuesta inmunológica.

Los alergenos más comunes son los inhalantes o aeroalergenos, los alimentos y aditivos, el veneno de insectos y ciertas drogas (remedios o medicamentos).

Algunos  inhalantes:

Polvo doméstico y ácaros: el polvo doméstico es un ecosistema muy completo. Las escamas dérmicas humanas, desde el punto de vista cuantitativo son el principal componente del polvo doméstico. De estas escamas se alimentan unos insectos microscópicos (lupa), de la familia de los arácnidos: los ácaros. Por alimentarse de las escamas de la piel, se los denominó Dermatofagoides (pteronyssinus, microceras, farinae). Hoy se conocen muchos otros (Blomia tropicalis, Eurogyphus magnei, etc.) que también son de distribución universal. Los alergenos más importantes se encuentran en los excrementos, que miden como la mayoría de los pólenes alergénicos.

Cucarachas: también son responsables de provocar alergia respiratoria con alergenos en la cutícula y en las cubiertas de sus huevos. Las dos especies más importantes son la cucaracha americana (Periplaneta americana) y la alemana (Blatella germánica).

Epitelios y otros alergenos animales: hasta hace un tiempo se los denominaba epitelios animales por creerse que los aeroalergenos se hallaban exclusivamente en la epidermis de los animales (caspa) o en las faneras (pelos). Hoy en día se sabe también de la actividad antigénica de la saliva, orina, suero y sudor. El animal que provoca mayor cantidad de reacciones alérgicas, en ocasiones severas, es el gato. Lo siguen en importancia el perro y el caballo.

Insectos: Los más importantes clínicamente son los himenópteros (avispa, abeja, hormiga colorada) y en menor medida el mosquito y la hormiga negra. El veneno de himenópteros contiene diversas substancias biológicamente activas (fosfolipasa, la hialuronidasa, ácido fórmico, etc.). Pueden provocar reacciones locales y sistemáticas, en ocasiones fatales (aunque no se crea, también la muerte por shock alérgico).

Aeroalergenos (inhalantes): Son partículas de origen biológico y tamaño microscópico que flotan en el aire ambiental, siendo susceptibles de ser transportadas por corrientes de aire, incluso a largas distancias.

Pólenes:

Árboles: la polinización ocurre fundamentalmente en septiembre y octubre. Predominan los plátanos (Platanus), fresnos (Fraximus), arces (Acer). Antes están los pinos, ligustros, casoarinas, abedules, etc.

Hierbas: los pastos o gramíneas por regla general polinizan durante el final de primavera y comienzo del verano (noviembre y diciembre) según las lluvias. Las especies más importantes son la pata de perdiz (Cynodon Dactilon), la poa de los prados (Poa Annua), el ray grass, la espiguilla (Poa Pratensisi), entre otras.

Arbustos y/o malezas, cardos y yuyos: Polinizan de enero a abril. Las especies más representativas son: la altamisa y ambrosias de las cuales hay más de 20.000 especies, las amarantáceas y quenopodiáceas.

Hongos atmosféricos y de infectación: a diferencia de las plantas polinizantes no siguen ciclos evolutivos definidos durante el año sino que crecen en función del oxígeno, temperatura y humedad ambientales. Los hongos atmosféricos más importantes son Altemaria, Aspergillus, Penicillum y Cladiosporium (otros la llaman Hornodendrum). La Candida Albicans puede producir alergia y/o infestación y producir disbacteriosis intestinal.
Alimentos: La alergia alimentaria es más frecuente en niños que en adultos. Provoca en general sintomatología a nivel de la piel y el aparato digestivo. En ocasiones puede provocar sintomatología respiratoria (asma) y reacciones anafilácticas. Los alimentos en general responsables de las manifestaciones alérgicas son: la leche, el huevo, trigo y derivados, el tomate, los cítricos, el maní, la nuez, el trigo, el maíz, los pescados y mariscos, más frecuente en Argentina y últimamente la soja en USA, etc.

Aditivos: Los más revelantes son los colorantes (tartracina, amarillo naranja, amaranto, rojo cochinchilla, utilizados tanto en la masa y la superficie de los productos alimentarios; los conservantes y antioxidantes (sulfitos, nitratos, nitritos butilados); los potenciadores de sabor (glutamato monosódico) y finalmente los parabenos utilizados como conservadores y conservativos de alimentos y medicamentos.

Drogas: deberá diferenciarse de otras reacciones adversas por fármacos (efectos colaterales, idiosincrasia, intolerancia, reacción paradojal, etc.). Sólo aquellas mediadas inmunológicamente deberán ser clasificadas como alérgicas. Los B lactámicos (penicilina, amoxicilina, ampicilina y cefalosporinas de 1ª generación), las sulfonamidas (trimetropina sulfametoxozol, sulfadiazina, sulfonilureas), la aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos (dipirona) son las drogas más comúnmente asociadas a reacciones alérgicas. Clínicamente, las manifestaciones cutáneas son las más comunes (erupciones y rashes máculo papulosos o morbiliformes tipo sarampión). Además pueden provocar reacciones alérgicas conocidas (urticaria, angioedema, asma, anafilaxia), fiebre, etc. Y en caso de shock (caída grave de la presión y aumento exacerbado del pulso), si no intervienen manos expertas, se puede llegar hasta la muerte.